El maestro del mar

El mejor de mis alumnos se esforzaba en complacerme dibujando en la arena de la playa un precioso Shodo gracias a la técnica adquirida durante media vida de sacrificio siguiendo el camino de la escritura.
Caracteres de perfección perpendicular demostraban sus años de duro entrenamiento.
Una vez concluyó su trabajo sobre la arena se giró hacia mi y me dijo "maestro, he consagrado mi vida a este preciso momento y he adquirido la destreza necesaria para resumir en un solo Shodo el camino a la sabiduría, acepta este humilde regalo".
Puse mi vista sobre la arena y le dije a mi alumno "no veo nada en la orilla... de que me estás hablando mi noble seito"
El chico miró sorprendido sin comprender mis palabras hacia el lugar donde con tanta dedicación había dejado su frase mística, para comprobar, que una ola del mar había borrado todo rastro de su existencia en apenas medio segundo.
Al ver lo apesadumbrado que mi Seito se quedó, le sujeté la mirada en mis ojos y le dije: "No quieras aprender a hablar con el viento como el junco. No pretendas ser la palabra en el mar. Sé el viento, sé el mar"

1 comentarios:

Vogelfrey dijo...

BE WATER MY FRIEND.
Bruce Lee

Lo siento Sensei, lo he intentado, pero no me he podido resistir. Riesgo de úlcera mental por auto-represión.
Kurt