Libre albedrío

Uno de los platos de sopa que alimentan las consultorías de management, es la formación que imparten de su doctrina a aquellos directivos que lo precisan.

He asistido a alguna de esas reuniones, y la verdad, el 'training' es impartido cual instrucción dogmática y los asistentes rara vez muestran controversia o actitud dubitativa ante el despliegue terminológico y conceptual que reciben.

Si alguno de esos directivos levanta la mano y realiza una pregunta algo 'incómoda' al formador, rápidamente el grupo lo aparta del círculo (no de Ohno, precisamente) y lo mira con recelo como si fuera un infiltrado de una secta diferente con cámara oculta.

Hay algo de esa formación que me saca particularmente de quicio. Es como asistir a una clase magistral donde la asignatura que se imparte se llama 'Como ser Dios'.

Me explico.

Se usa el término 'facilitador' para quienes han de liderar el proceso de cambio... facilitador... es decir, la idea vendida es el directivo, de un nivel intelectual mucho más avanzado que el subhumano que pone tornillos en una célula de montaje (que manía tan reveladora tienen algunos consultores de llamarle 'celda de montaje'), debe intentar transmitir su conocimiento mediante ejercicios simples y prácticos, que un cerebro claramente inferior pueda entender.

Las clases normalmente acaban con un... 'bueno, amigos ingenieros, ahora el reto empieza en vuestras plantas de producción, donde vais ha encontrar serias dificultades para que los mandos intermedios 'entiendan' la buena nueva. Muchos serán los que pretendan obstaculizar los cambios amparados en su ignorancia... tened paciencia con ellos y utilizad las herramientas que os hemos dado...'

Los cambios, según los formadores y la filosofía Lean, no se deben imponer, se sugieren, y se anima a los implicados a ejecutarlos y aplicarlos bajo la adecuada supervisión.

Vamos, que es como decir... planificad lo que tengáis que cambiar y conducid el tema de la manera que no se note que las decisiones están tomadas de antemano.

Pero tranquilos que no se darán cuenta... si apenas saben sumar los 15 minutos del bocadillo... el éxito está asegurado.

Es el libre albedrío de Dios.

Sois libres pero como me toquéis los huevos os sacudo las 7 plagas de Egipto y os cagáis vivos.

Tengo un hijo pequeño, y a en pleno proceso de aprendizaje del mismo, me entra ese síndrome divino que tanto aborrezco. Apenas anda y corre ya, y cuando salimos a pasear dejo que se avance unos metros, que crea que puede hacer o ir donde quiera.
Pero mido las distancias. Le dejo anticiparse los metros justos que necesito para salir corriendo si pretende cruzar la calle sin mi ayuda.

Es una cárcel de cristal, y pobre, él no se da cuenta...

¿O sí?

"Todos creen a priori en que son perfectamente libres, aún en sus acciones individuales, y piensan que a cada instante pueden comenzar otro capítulo de su vida.... Pero a posteriori, por la experiencia, se dan cuenta —a su asombro— que no son libres, sino sujetos a la necesidad, su conducta no cambia a pesar de todas las resoluciones y reflexiones que puedan llegar a tener, desde el principio de sus vidas al final de ellas, deben soportar el mismo carácter...” Arthur Schopenhauer.

"Tengo libre albedrío, pero no porque yo lo haya elegido. Nunca he elegido libremente tener libre albedrío. Por tanto, tengo libre albedrío... ¡Lo quiera o no!" Raymond Smullian

1 comentarios:

Vogelfrey dijo...

Excelente reflexión. Con tiempo, ya discutiremos el tema.
Solo una impresión, no se si el tomar conciencia y el reflexionar sobre nuestro libre albedrio y la necesidad nos hace más libres o no.

Pero alguna influencia tiene en nuestro proceso de tomar decisiones y en el significado que le damos a nuestra acción y a nuestra conducta.

Brillante.
Kurt
En algun lugar entre el azar y la necesidad.