Herramientas Afterlean: Terry Tate, El Facilitador

Trabajo estándar, rutinas que debemos cumplir a diario sin saber muy bien el motivo, buscar la excelencia de nuestro trabajo a base de repetirlo un millón de veces, cada día igual, uno tras otro, hasta que alguien nos dice que la semana que viene tenemos un kaizen, o mejor aún, que somos afortunados y en nuestro 'Gemba' se nos va a plantar un tipo para analizar todo lo que hacemos mal, anotarlo en una libreta, y mejorar lo que nosotros hemos sido incapaces de ver durante una vida de duro trabajo en 5 minutos...


Es humillante. Muy humillante. Me pregunto si alguien se hace esa pregunta antes de someter a revisión cada uno de los procesos que con tanto esfuerzo y cariño diseñamos con más voluntad que acierto, sin más herramienta que nuestra intuición, arriesgándonos varios pasos más allá de lo que nuestra obligación y posición jerárquica nos solicitaba.


Las empresas están moldeadas con esos esfuerzos anónimos y no reconocidos, son su alma, su motor de explosión, su orgullo, sus principios... se han levantado mil veces ante la adversidad de la desinversión, del reparto de premios salariales 80/20 de mi amigo Pareto, han confiscado el talento irreverente que no quería ser amordazado, y pese a todo, han permanecido en pie durante muchos años, en pie... va por todos aquellos que han soportado esa misma sensación que ahora me recorre el espinazo...



Os aseguro que no iba por aquí el post, pero... a veces, uno empieza a escribir y la sinceridad se apodera de sus dedos, y no hay espacio para la tecla de suprimir o para la revisión.


Lo voy a dejar así... en teoría, esto era una introducción de una herramienta divertida para el control de la productividad en la oficina... pero ya veis lo que me ha salido. Me pillaron en un momento bajo. Bajísimo.



Buenas noches, para ti también Hunter, bajo esas estrellas del cielo afgano.

1 comentarios:

Vogelfrey dijo...

Genial. Transmite sentimiento. Clarito, clarito.

Podrías haberte ahorrado el video, es ocurrente, pero al lado de la historia previa, como que está fuera de sitio y no tiene ninguna gracia.

Solo un golpe fraternal en la espalda: cuando el gerente lean lleve no cinco, sino un año en tu empresa, ya se habrá agotado como una vela. Traerán a otro, con nuevas ideas y nuevos experimentos en la mente. Tu seguramente estarás todavía allí.

Es lo que tiene vivir de la mejora.

Gracias, me has inspirado un post.

Kurt Grass
La realidad se puede mejorar, pero no se le puede negar el mérito de haber sobrevivido.